Poco después de que el reino de Araluen consiga una incómoda tregua con los escandianos, se descubre que el líder escandiano ha sido secuestrado por habitantes del desierto. Los Guardianes (y Will) son enviados para rescatarlo. Pero estos guerreros jamás se habían enfrentado a algo como el desierto. Tormentas de arena, un calor implacable y nuevas reglas. Allí, nada es lo que parece. Pero algo se mantiene constante: el valor de los Guardianes.