?Ver es ver, sin más. Mirar, en cambio, es abrirse de adentro haciafuera. La mayoría ve el mundo que le dibujan; solo muy pocos miran elmundo que está más allá del dibujo.?
La contemplación cuentael viaje de alguien que pretende recuperar a su pareja sin antesenfrentar un problema pendiente con su cuerpo enemigo, con suexistencia extranjera. En su recorrido en tren se pone en evidencia su condición de extraña incluso ante su propio cuerpo, que puede ser dehombre, mujer o transexual. Su destino será la calle 11. En el viajedescubre transeúntes que se repiten, un mago que se burla, ciudadesuniformes y una niebla que avanza. No le será fácil bajar del tren sin enfrentar su verdad, la simulación, la soledad arrebatada. En unapersona podría habitar una canción, una pintura, una fotografía y todo el basurero del mundo.