Obra clave de la narrativa española contemporánea, Tranvía a Malvarrosa es una novela de iniciación en la que el primer amor, los placeres sensoriales, el cine, el mar, la política, la iglesia católica y la muerte se entremezclan con el aroma y la geografía de la Valencia de los años cincuenta. PREMIO LLETRAFERIT DE CULTURA VALENCIANA 2021 «Sobre un fondo de boleros, el protagonista de esta novela atraviesa la adolescencia con la frente cuajada de acné. Cada uno de aquellos granos era un pecado mortal, según le decía el confesor. El sentido de la culpa no podía desligarlo del pacer y éste era la hierba quemada del verano, el sonido de la resaca en la playa bajo el cañizo ofuscado por la luz del arenal. »Sobre un fondo de crímenes famosos en aquella Valencia todavía huérfana de los años cincuenta se desarrolla la conciencia del protagonista. El crimen de la envenenadora, el garrote vil a aquel esquizofrénico que asesinó y cubrió de flores a la niña antes de depositarla en una acequia, la aparición de las piernas depiladas de un hombre con las uñas pintadas dentro de un saco: a través de esta geografía de la memoria un tranvía con jardinera cruzaba la ciudad y se dirigía a la playa de la Malvarrosa. En ese espacio olvidó el protagonista la neurosis del padre, la tortura de una educación religiosa, la sordidez de aquel tiempo. Desde el fondo de la adolescencia llegó a Valencia un día en que todos los escaparates de las pastelerías exhibían la imagen del general Franco confeccionada a base de frutas confitadas. »Cualquier héroe tiene que hacer un viaje para encontrarse a sí mismo. El viaje de iniciación entre la adolescencia y la juventud el protagonista de este relato lo realiza en un tranvía hacia la playa de la Malvarrosa, donde la libertad fue conquistada y la inocencia quedó atrás junto con el bañador olvidado bajo un arbusto de adelfas.»
Manuel Vicent La crítica ha dicho...
«Se trata de una obra trabada por la inteligencia penetradora de quien ha querido hacer de un recuento parcial de su vida una novela de la memoria colectiva.»
Robert Saladrigas, La Vanguardia «Sin nostalgias garbanceras ni de las otras, Manuel Vicent nos acerca la educación sentimental de una época. A ritmo perfecto de bolero. De escritor perfecto. De perfecto contador de historias.»
Alfons Cervera, Levante «Manuel Vicent es un prosista lírico, un narrador de aromas, un metaforizador del costumbrismo, un realista de la prosa sonámbula. El autor nos recuerda en buena prosa la efímera, la dulce felicidad prohibida que hemos sido.»
Luis Antonio de Villena, El Mundo «Manuel Vicent es la alegría contagiosa de tener algo que contar y contarlo magistralmente.»
Justo Navarro, El País