Era Nochebuena. Las luces de Navidad brillaban en todas las ventanas de la pequeña ciudad. Los árboles de Navidad estaban iluminados. Todos los niños temblaban de felicidad. Bueno, no, todos no. En la cocina de una casa de la calle Vinkel había tres niños que lloraban de tristeza.
¡Qué suerte que Pippi estuviera por allí! ¡Porque Pippi siempre sabe exactamente lo que hay que hacer en Navidad!¡Pippi siempre sabe exactamente lo que hay que hacer en Navidad!